El pasado 21 de marzo se celebró el día Mundial de la Poesía. Para ello, la Asociación Cultural La Casa de Zitas, a la que pertenezco desde su fundación, tomó la iniciativa de escribir poemas en los escaparates del Gancho. 

En realidad, fue un sueño que tuve, ya que esto lo había descubierto en Vitoria. En el sueño era todo el centro de Zaragoza el que se transformaba en poema, y ese sueño lo propuse en una asamblea de socios, votándose a favor por unanimidad, pero acotando la acción al nuevo barrio que nos iba a acoger después de que tuvimos que dejar el año pasado nuestra sede de Santa Isabel, nº 5.

Por medio de uno de los socios de la Asociación, la primera semana de febrero, se puso en contacto con el librero del barrio el Gancho, (Librería Aries) que a su vez es el Secretario de la Asociación de Comerciantes, y éste mandó el proyecto a sus asociados para que pudieran adherirse al mismo.

Como quiera que el día 21 de marzo era domingo, y se trataba de que ese día lucieran los escaparates los versos, dedicamos 3 días a recorrer el barrio escribiendo poemas de todos los estilos, incluso nuestros. 

Como socia de La Casa de Zitas y del cohousing Las Crisálidas, invité a colaborar al grupo, sumándose al pintado de versos algunas de nuestras compañeras.

Este evento ha sido de lo más hermoso que hemos realizado como poesía en la calle. Salimos a pintar escaparates los días 18 y 19 de marzo por la tarde y el día 20 por la mañana. Desde el primer momento y a pesar del intenso frío de esos días, hubo una conexión entre todos y todas, aunque fueron distintos los grupos, buen compañerismo y muchas risas.  El buen rollo también venía por parte de los comerciantes, que incluso, algunos de los que en principio no se habían apuntado, se fueron sumando a la causa conforme veían el resultado en  los demás.  

El trabajo en equipo y las ganas hicieron el resto. Decir que fueron días muy especiales, después de tanto tiempo inactivos en estos momentos de pandemia.  Demostrando una vez más, que en la calle se pueden hacer muchísimas cosas culturales, además, la acogida por parte de los ciudadanos es espectacular. 

También quisimos dar vida al barrio y al pequeño comercio. 

Sé, porque así me lo han pedido, aunque no puedo decir nada más por ahora, que esta iniciativa no se quedará en el Gancho, ni morirá en este año, pero de momento hemos sembrado el Gancho de versos.

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