Me llaman Caco porque mis hermanos pequeños me llamaban Camen, Macamen y Caco, los niños son cacofónicos

Al final me quedé con Caco, pero en DNI soy María del Carmen Sanz Foz. Nací en Zaragoza en un mes de agosto a mediados del siglo pasado. ¡Me gusta esta ciudad!
Estudié en colegio de monjas ¡cómo no! Luego, el instituto. Como soy la mayor de siete hermanos, me tocó la responsabilidad de ser segunda madre y esto es difícil si eres una niña, aunque supongo que después me ha servido para ser como soy.
De joven trabajé de cuidadora, acompañando a personas invidentes o mayores y como dependienta en el verano y navidades. A la vez estudiaba en horarios nocturnos, ya que en casa se necesitaba mi aportación.
Mi padre trabajaba por las mañanas en la Confederación Hidrográfica del Ebro y por la tarde hacía el taxi. Mi madre daba clases de francés y tricotaba preciosos trajes de punto para bebés. Cuánto agradezco lo que trabajaron para sacarnos adelante y pasarnos un ejemplo de vida.
Por fin me coloqué en una clínica dental, trabajo en el que he estado hasta la jubilación, primero como higienista y luego como ayudante en cirugía.
Mis aficiones son viajar, la fotografía, la música (sobre todo el jazz) y la montaña, donde he tenido la suerte de organizar durante unos años la sección de mi club y conocer a grandes amigas y amigos.
Recuerdo con nostalgia las vacaciones en el Valle de Hecho con la familia y amigos. Me encanta bailar danzas del mundo, el cine, la lectura.

En mi habitación infantil tenía una pequeña librería con libros de aventuras y viajes que leía de noche debajo de las sabanas, con linterna para que mi madre no viera la luz. También me gustaba ir a los hospitales a leer a las personas que no podían hacerlo.
Estuve casada, ahora divorciada, feliz con la vida que llevo después de superar peores circunstancias, aunque la felicidad son ratos y momentos muy ligados a la superación de los problemas que podamos tener y aprendiendo cada día.
Muy ilusionada en el proyecto que tenemos entre manos, al tiempo que preocupada por cómo llegaremos a conseguirlo, pero entregada a la causa, con la ilusión de ir conociéndonos y hacer un buen grupo para la vida en común.
Nunca olvido que… “La vida es eso que pasa mientras hacemos planes de futuro”.