El día 14 volvimos a reunirnos para pasar un buen rato jugando a la petanca. El equipo crece y aprende… ya hasta conseguimos alejar las bolas del equipo adversario (pero siempre con buena intención, claro)      

Quedamos en las pistas del parque de los Poetas, que parece que nadie había usado en años, y, además de divertirnos, hacemos de foco de atracción de los lugareños que pasan por el parque, que miran, comentan a sus hijos que ellos jugaban de pequeños, nos dan consejos de cómo jugar mejor, otros nos observan con curiosidad y casi un poco de envidieta… Creo que les llama la atención que estemos un grupo de adultos jugando, que nos riamos y comentemos, a veces como jovenzuelos, que lo pasemos bien. La alegría y la amistad lucen y atraen.

Vinieron algunas personas interesadas por el proyecto.

Y, como no podía faltar, acabamos con un estupendo vermú que nos habían preparado Paqui y Joselo.

Seguimos…

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