Todavía en nuestro imaginario colectivo inconsciente septiembre es el mes de los cuadernos nuevos, libros por estrenar y forrar, bolígrafos y lápices. Algo emocionante empezaba y había que estar preparados para la aventura. Al equipamiento se añadía ilusión y nuevos y buenos propósitos.

   Aunque parezca que vivamos en un mundo distópico, aún se comienzan en septiembre deseados o atrasados aprendizajes, se empiezan nuevas colecciones.

El otoño es tiempo de luz. Las hojas caen pero los tallos se empiezan a recuperar para resurgir en primavera. Las brujas honraban la energía de la decadencia y la liberación. Extraer la luz de la oscuridad y compartirla. Es el desafío de las estaciones de oscuridad: iniciar el camino que nos llevará a la luz.

  Según la numerología, septiembre, el mes 9, es el momento de reenfocar las energías: ver cómo hemos actuado y organizarnos para afrontar el invierno. Entender nuestro lugar en el mundo y seguir creciendo. Deshacernos de personas o cosas que no necesitamos y seguir adelante. La energía del 9 nos ayuda a comenzar proyectos, viajar y aprender. Evolucionar. Superar bloqueos y desarrollar ideas de futuro. Tomar el presente como una experiencia liberadora y mirar con esperanza hacia el futuro.

   Estudiar, meditar, planificar para los próximos años. Mantener la confianza y paciencia. Un nuevo ciclo comienza.

   2022, numerológicamente año 6, es un año de amor, de aceptar responsabilidades, y un buen momento para los negocios y emprendimiento.

   Este 9 del 22 los y las Crisálidas volvemos a empezar nueva vida. Al fin seremos una cooperativa, eso con lo que soñamos hace años, que tantos quebraderos de cabeza nos provoca y tantas inseguridades nos causa, se va a hacer realidad. Aprovechemos las energías telúricas que la tierra y los astros nos dan para que esta nueva etapa sea tan vibrante y positiva como deseamos.

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