[Mates de julio y agosto de 2022, 20:00]

Cuando llega el verano me encuentro como extranjera en mi propia ciudad: calles desiertas por el calor, la ausencia de gente y una tranquilidad especial. Voy de turista a todas partes, estoy como en esos cruceros en los que vas bajando en diferentes ciudades para hacer visita turística.
Conocer lugares nuevos.
Como en el viaje imaginario, estos días también nos encontramos con otras turistas para pasar unos ratos en buena compañía, unas veces alguien propone un cine, otras un chocolate mañanero y, por supuesto, las quedadas veraniegas de los martes en la tardenoche zaragozana, en las que hablamos y vamos planificando nuestro futuro juntas.
Conocer gente nueva.
Unos días vamos más y otros menos, pero siempre acude alguien y es un agradable el encuentro de charradica y cervecica.

También hemos hecho manualidades, preludio de nuevas aficiones, como el taller de fabricación de perfumadores de lavanda, en el que ejercitamos nuestras habilidades y disfrutamos de la sororidad.
Hacer cosas nuevas.
El verano se acaba pronto y seguiremos con otras actividades
Pero ya, en tierra firme.