Siguen dando vueltas en mi cabeza algunas de las cosas que compartí en Whatsapp. Decía que el grupo es el poder, es el valor más fuerte del proyecto y por eso debemos animar y agradecer a los que nos hacen pensar sobre el suelo, la economía, el coste de la dependencia, la colaboración mutua, etc. Se hace siempre buscando las mejores alternativas para todos. Y a nivel individual, nos hace valorar en qué punto estamos: si queremos, si podemos, o incluso si de algún modo encajaremos con otra figura dentro de la cooperativa. El proyecto es flexible y decidimos en grupo lo que queremos. Nos puede gustar o no, pero es el grupo el que decide.
Hemos visto socios y amigos irse. Hay tantos motivos para estar o no, como asociados. Las marchas son siempre respetables y en muchos casos dolorosas. Los motivos de fondo son diversos, pero choca que por ejemplo sean diametralmente opuestos, como lo han sido financiación externa o autofinanciación. Choca porque confirma dos cosas: el grupo no ha definido el modelo de financiación, pero tampoco el de dependencia, de servicios ni otros que seguramente no tengamos en cuenta ahora mismo y que irán surgiendo. Estamos en ello, pero debemos seguir caminando para que, esté yo o no esté, esto se lleve a cabo. De todo esto deduzco que nadie, nadie, puede asegurar en qué modelo y con quiénes terminará. Tu forma de entenderlo y la mía pueden ser muy parecidas en los principios y sin embargo diferir en aspectos que son importantes a nivel individual. Y, como esto solo se consigue a través del grupo, es éste el que debe seguir caminando para que llegue a término.

Vamos a evitar la erosión. Cuando llevamos hecha una buena carrera de fondo a veces hay un desgaste y hay que reagruparse, ser fuertes y tirar adelante para llegar al destino. ¿Por qué? Porque es seguro que sin trabajo e ilusión no sale ni tu opción ni la mía.
No sabemos si estaremos todos, no sabemos si un grupo o dos, y si hay más de uno, si estaremos en el primero o en el segundo o incluso en otro punto geográfico fuera de Las Crisálidas. Pero está claro que se avanza más cuando escuchamos y nos hablamos con respeto.
Si acabamos juntos, estupendo. Pero, más importante si no es así será que, si alguno nos vamos (y aunque seguramente tenga que pasar un tiempo), al volver a encontrarnos sigamos como ayer, cuando soñábamos con esto sin definir que llamamos Las Crisálidas. Justamente esta tarde me pasó y ha sido magia.
Aquí sigo dándole vueltas a todo, con mis dudas y con mis certezas, que las sigo teniendo, como tú.