Japón es el país con mayor riesgo de terremotos de magnitud superior a 6,5 y sin embargo tiene gran número de rascacielos de hasta 70 plantas. ¿Cómo se mantienen en pie? Pues porque son edificios… flexibles.

En Las Crisálidas no tenemos sismógrafo para medir los grados en la escala Richter de nuestras periódicas convulsiones grupales, aunque sabemos que en ocasiones dejan grietas que hay que reparar y evitar en el futuro.
En la pasada asamblea del día 27 todas hicimos un ejercicio de flexibilidad para mantener la solidez de nuestro proyecto. Analizamos con mesura y amplia participación las causas de las recientes bajas de socias y socios e hicimos el propósito de favorecer el diálogo con las personas que muestran dudas acerca de su continuidad. Se hizo autocrítica de ciertos comportamientos y se pudo apreciar un nuevo tono más favorable al diálogo y a los debates que tenemos pendientes.
A partir de ese preámbulo —que resultó terapéutico—, pudimos pasar al motivo principal de la asamblea: la preconstitución de la cooperativa. Casi un 70% de los asistentes firmó su adhesión a Las Crisálidas Aragón, S.Coop. y se abre un plazo hasta el 4 de octubre para que puedan adherirse quienes no asistieron o se han tomado unos días de reflexión.

Con estos resultados, se decidió modificar el calendario de constitución de la cooperativa para tener un proceso más relajado de adhesión, elección del Consejo Rector y debate, fijando en principio la Asamblea Constituyente para el 27 de octubre. Mientras tanto, se anima a las personas indecisas a unirse a la cooperativa y a presentarse a las elecciones al Consejo Rector y a la Intervención.
En definitiva, vamos aprendiendo a construir un edificio grupal que basa su solidez en la flexibilidad. Claro que para eso tampoco hay que ser japonés, ni oriental ni taoísta. Ya lo cantó El Dúo Dinámico de nuestra juventud y lo revivieron hasta la saciedad los balcones del confinamiento: “soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie”.
Resistiremos. Lo conseguiremos.