—Una vivencia personal—
[19 de octubre de 2022, 18:30]
Continúa el taller de Amediar. Hemos compartido la segunda sesión de las cuatro previstas y se sigue afianzando el consenso de progresar en la cohesión, cooperación y diálogo dentro del Grupo Crisálidas.
Desde la realidad que ahora vivimos, busco en mi memoria los antecedentes de este encuentro con la mediación y la resolución de conflictos. Todo empezó al plantearse la constitución formal de la Comisión de Acogida y Mediación. El tema también estuvo presente en la redacción del Boletín, que dedicó tiempo y energía a debatir sobre la importancia del cuidado de las relaciones interpersonales en nuestro sueño socio cooperativo. Finalmente, La Junta Coordinadora se hizo eco del asunto y acordó darle un espacio de la mano de personas expertas y de solvencia. Así llegamos a la Asociación Amediar, recomendada por la Replazeta y avalada por Pepa Alcaraz y otras compañeras.
Ahora estamos, aproximadamente veinte crisálildas, en el ecuador de este curso teórico-práctico que dirigen, Teresa y Pilar (Amediar).
Tal vez nuestras expectativas individuales no eran las mismas al empezar, pero, felizmente, hemos llegado a donde ahora estamos, con una compartida esperanza de futuro y confiando en que estas sesiones nos descubran, actualicen o reafirmen cauces y herramientas de buen entendimiento para el camino que tenemos por delante en la casi ya veterana Asociación y en la nueva Cooperativa.
Las dos horas de sesión del último día me han confirmado que una buena comunicación organizacional y entre individuos del grupo es fundamental y contribuye decisivamente al éxito del proyecto que pretendemos. Igualmente, es claro para mí que la participación y el sentimiento de pertenencia se multiplican cuando te sientes tenido en cuenta; o, en caso contrario, cuando tienes buenos cauces de expresión y escucha dentro de la dinámica del colectivo.
También, en esta última sesión, poner en práctica entre las personas que allí estábamos algunas propuestas de situaciones habituales en grupos humanos, me ha abierto los ojos respecto a algunas de las vicisitudes que, como colectivo, hemos vivido en los últimos tiempos. He podido vislumbrar cómo puede ser nuestro futuro según sigamos unas pautas de relación u otras; según nos veamos como grupo y a cada cual de una forma u otra.
Para terminar, solo tres pinceladas de lo vivido hasta ahora en el “curso”: dos herramientas basadas en la experiencia del trabajo de mediación y en nuestra realidad de grupo y, la tercera pincelada, una propuesta de trabajo manual colectivo. Estas tres dinámicas nos han ofrecido claves para un buen camino juntas. Por si ha lugar a practicarlas o recordar esos momentos, quedémonos con: “El Círculo de Diálogo”, “El Barómetro de Opinión” y “La Torre de Espaguetis”.
Para más detalles, ver el informe de Beatriz, colgado en la web.
Por el momento, seguiremos nuestras sesiones hasta diciembre.
José Luis Martínez Lacasa