[26 de febrero de 2023, 11:00] |

El domingo 26 no era nada apacible, además de nublado era un día ventoso. Dos crisálidas muy atrevidas, hemos desafiado a este viento al que tanto le gusta pasearse por Zaragoza. Se ha pegado a nosotras como un pretendiente pesado y no ha habido manera, ha tenido que acompañarnos en todo el recorrido. Al final hemos decidido cambiar de compañía, cosa fácil sabiendo que siempre hay una crisálida cerca con la que poder tomar algo y pasar un buen rato.
Pero a la vuelta no lo hemos podido evitar, nos ha vuelto a pillar aduciendo que así volveríamos otra vez acompañadas. Dos o veintidós participantes la verdad es que siempre merece la pena pasear, disfrutar del sol, la naturaleza, las aves y la buena compañía.