¿Es Las Crisálidas una organización inteligente? Es obvia la inteligencia natural de todos sus componentes, pero ¿existe entre nosotros eso que llaman «inteligencia colectiva»? Citando al autor de un curso que se reseña en este mismo número, podemos decir que «Hay más inteligencia colectiva de la que parece pero menos del tipo que necesitamos (…) Tenemos que apostar por una más efectiva y afectiva».

Esta reflexión viene al caso del eterno problema de la participación. Deberíamos plantearnos si nuestro grupo alcanza los niveles de participación deseados, tanto cuantitativamente (cuántas personas están en comisiones y órganos de gobierno) como, aún más importante si cabe, cualitativamente (si el nivel de implicación es el adecuado).

En principio la adscripción a las comisiones es voluntario y en función de las preferencias personales y está bien que así sea. Pero no basta con que a una persona le interese un tema, tiene que estar dispuesta a trabajar en él.

   Esto implica también la disposición a tomar responsabilidades y ejercer los roles necesarios en el funcionamiento orgánico. Roles que pueden ser temporales y rotativos pero que, en cualquier caso, deben implicar una responsabilidad en su ejercicio y también, por qué no, un liderazgo. Hablamos de tipos de liderazgo incluyentes y motivadores, por supuesto, pero en cada grupo tiene que haber personas que «tiren del carro».

   En las últimas semanas, algunos de nosotros hemos asistido a cursos y talleres sobre Herramientas de convivencia (Amediar), sobre Tecnologías para el cambio y el impacto social y sobre Co-diseño de arquitecturas participativas. De todos ellos hemos aprendido técnicas y, sobre todo, nos hemos dado cuenta de lo que nos queda por aprender.

   Por ello, desde la Comisión de Comunicación se ha propuesto hacer una encuesta a las personas socias con la que obtener un «Inventario de habilidades» donde cada uno mostremos nuestras capacidades y, sobre todo, la posibilidad de aportarlas al grupo. De esta iniciativa se deriva la propuesta de la Comisión de Cuidados de tener, en su momento, un Banco de Tiempo.

   La experiencia de las dos asambleas de información y debate celebradas hasta ahora ha sido muy positiva y debemos perseverar en ellas mejorando procedimientos conforme los vamos asimilando. La organización de estos debates debe implicar a todas, pero especialmente a las comisiones, que deben proponer temas, elaborar documentación y presentaciones, elegir lugares de celebración, etc. Esto supone trabajo, organización y una pizca de liderazgo.

   Finalmente, quiero hacer una llamada a las personas que se han incorporado últimamente para pedirles su paulatina incorporación a las comisiones y actividades. Si es necesario volver a repasar lo avanzado hasta aquí para que se pongan al día, lo haremos con gusto pero es deseable que integren lo actuado para poder ejercer su análisis crítico.

   Llevamos ya más de tres años de trabajo. Hemos consolidado un grupo, hemos creado nuestra primera cooperativa, peleamos con las administraciones públicas, buscamos terrenos donde ubicarnos… Todo este trabajo no puede quedar en nada. Rendirse no es una opción. Avanzamos.

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