En una comunidad intencional, sin duda alguna, habrá servicios entre socias de carácter altruista que no tendrán un registro. Que serán recibidos con la normalidad que corresponde cuando en una organización social la persona está en el centro.

En la vida cotidiana tenemos necesidades individuales y comunitarias que no todos sabemos atender y que pagamos para cubrirlas. Esto, que en nuestra sociedad es habitual, podemos modificarlo en función de hacer nuestra vida más sostenible.
Como la mayoría de grupos sociales, el nuestro es diverso, capacitado y con disponibilidad hacia los demás. La reciente encuesta que hemos cumplimentado sobre nuestro talento, aptitudes, capacidades, conocimientos, experiencias y habilidades, destaca una serie de posibles servicios que darían respuesta a muchas de nuestras necesidades y a las de la comunidad. Faltaría pues organizar un mecanismo para acceder a las habilidades de los demás, un Banco del Tiempo.
Un Banco del Tiempo es una red de ayuda mutua entre ciudadanos/as que dedican una parte de su tiempo a intercambiar actividades y/o servicios con otras personas de manera organizada, gratuita y en igualdad, al no valorarse la pericia o dificultad. En algunos países se ha pensado como un programa sanitario destinado a la vejez. Esta figura puede articularse perfectamente con las viviendas colaborativas.
Este sistema se caracteriza por la confianza y disponibilidad del tiempo de cada uno a la comunidad. Por sacar nuestro potencial individual. Por reforzar los vínculos y relaciones humanas, rompiendo el aislamiento social. Por facilitar la vida diaria. Por dar valor y utilidad al tiempo que se comparte favoreciendo la autoestima. Por empoderarnos como red social. En definitiva, genera capital social, crea valor para la comunidad.
Se parte de unos conceptos sencillos. Que la unidad de valor es la hora de trabajo. Que somos usuarios, consumidores y productores. Que es un sistema que no lucra a nadie pues no contempla renta ni acumulación. Que significa un gasto sostenible. Que no hay transacciones bilaterales sino de las socias con la colectividad. Todo ello nos incorpora a una Economía Social para el Bien Común.
Se organiza a partir de un grupo gestor voluntario que fomenta la diversidad de acciones y propone estrategias de dinamización, desde una plataforma web, con un catálogo de servicios y unos registros y saldos.
Un Banco del Tiempo para la comunidad de Las Crisálidas puede ser un espacio de acercamiento y de satisfacción de necesidades