Un árbol, una experiencia vital, un proyecto, crecen en cualquier lugar donde hay sustrato nutritivo.
En este boletín, este espacio estaba destinado a una reseña sobre la película “La Sociedad de la nieve” por sus galardones y por su enseñanza para nuestra asociación, pero el reciente estreno de la película “La estrella azul” nos anima a presentarla.
Muchas hemos conocido la banda pionera de rockabilly zaragozana Mas Birras, de los años 90, y a su líder Mauricio Aznar, que quizá cayó muy pronto en el olvido.

Inspirado en su figura, el joven y novel director, también zaragozano, Javier Macipe, ficciona una parte de su vida artística, Mauricio ya hablaba de sí mismo en sus canciones. La película no es una biografía musical, es mucho más, una fábula universal sobre artistas anónimos que encontraron en su camino inspiración, amor y autenticidad.
Se inicia la historia con retazos de una vida de artista donde se mezcla un liderazgo cultural, responsabilidad, miedo, ruido, negocios musicales, depresión, crisis dolor y huida de Zaragoza en búsqueda de “algo”.
Siguiendo el rastro de Atahualpa Yupanqui, el artista de ideales universales que, con su guitarra e inspiración, aspiró a
transformar al hombre en un ser verdaderamente humano, viaja a Argentina, dónde el camino le lleva hasta la familia extensa y acogedora de un maestro de música popular, la chacarera, donde aprende a vivir la vida en coherencia con el ritmo de la naturaleza, el paisaje, el silencio, y con ternura. Inmerso en un ambiente donde la música tiene otro valor, un carácter sanador. Estas escenas están interpretadas por las mismas personas que vivieron la experiencia con Mauricio, como un documental, pero igualmente emotivo, por ejemplo, con la interpretación magistral del baile de la chacarera.
Transformado, habiendo encontrado su estrella que le iba a marcar su norte vital, vuelve a Zaragoza, con proyectos, ilusión, pero de nuevo su contexto habitual (dramatismo familiar, industria musical, programadores…) lo devuelven a sus demonios internos.
Esta película es un homenaje a artistas que a lo largo de su viaje vital rompen el muro entre el arte y la vida, quedando en equilibrio, que algunas frustraciones consiguen desestabilizar, o no.
Se confunde la ficción con la realidad al ver los entresijos de la realización, cómo una versión buñueliana. Un trabajo para cinéfilos, estudiosos, pero también para personas que se emocionan. Personalmente me he quedado con la felicidad en que vive esa experiencia vital que fue a buscar. Experiencias que te sorprenden, te hacen sentir viva y te emocionan.
También es de aplaudir trabajos colaborativos cómo esta coproducción de España y Argentina.
Una película en la que, tanto el director Javier Macipe, el genial intérprete Pepe Lorente, los escenarios y la historia contada, son de Zaragoza para la Historia del Cine.
¡Os gustará!