La Salud de Las Crisálidas

   A principios de octubre un grupo de socias pudimos hacer una pequeña escapada para estar juntas. Otra ocasión para testear la salud del grupo. Ya nos apuntamos con la confianza de que era una nueva oportunidad de dar y recibir.

   Cada una hemos colaborado participando en pequeñas cosas, pero hemos recibido mucho del grupo. Esas pequeñas cosas son grandes actitudes que tienen gran valor. Voy a destacar aquello que me ha llenado de ilusión. La capacidad auto-organizativa para el mismo viaje y para las actividades con las que llenábamos el día. El gran respeto que se ha tenido por cada cosa realizada y por cada una de las socias. El cuidado mutuo, etc.

   Cómo se agradece la atención con que se siguió una charla sobre un tema árido como es la geología y el relieve del terreno donde estábamos.

   Todas hemos participado en la invitación a bailar, seamos más o menos graciosas para ello. Algunas se han molestado en traer material (ordenador, altavoces, laminerías bien regadas, etc.)

   Hemos aprovechado de la experiencia viajera y tecnológica, qué confianza hemos puesto en una aplicación para manejar la contabilidad del viaje.

   Enseguida nos hemos puesto de acuerdo ante cualquier propuesta. No ha surgido ningún conflicto porque los riesgos y las equivocaciones las hacemos del grupo, nadie se siente avergonzada sí “mete la pata”. Con qué cariño nos hemos preocupado las unas de las otras, teniendo presente los gustos, las preocupaciones, el malestar, y con qué respeto hemos cuidado de no contagiarlo a otras.

   Un recuerdo al respeto a los animales en su medio cuando fuimos a observarlos en esos momentos tan espectaculares para nosotras y especiales para ellos, ni una palabra, ni un ruido de un grupo tan bullicioso como el nuestro.   También hemos valorado a gentes de esa tierra que nos han enseñado y mostrado las riquezas de su naturaleza y de su historia, se lo agradecemos a Salvador, del Centro de Interpretación del Ciervo, y al señor Carlos, de Ródenas.

   Percibo un mayor sentido comunitario. Un horizonte motivador.

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«Las dos caras de la justicia»

Para quienes creen en el maravilloso poder de la PALABRA y nunca ponen freno al DIÁLOGO

   En el Sistema Legal Penitenciario, la Justicia Restaurativa es una práctica que funciona en varios países, especialmente en Francia desde 2014. Se basa en la escucha sin juicio, en no hablar en lugar de otro, en guardar silencio y, sobre todo, en dejar espacio para el pensamiento propio y ajeno. 

   Como cualquier cuestión social, la que se trata en esta película se relaciona mucho con un proyecto de convivencia comunitaria como el nuestro. El renacimiento a una nueva vida.

Es una obra coral, en círculo de diálogo. Las voces, las caras, los diálogos, son la materia prima de la película. La acción principal es la comunicación que lleva a un viaje emocional, sanador.

Dirección: Jeanne Herry Reparto: Adèle Exarchopoulos, Gilles Lellouche, Élodie Bouchez, Miou-Miou, Leïla Bekhti.

País: Francia Año: 2023 Fecha de estreno: 8–9-2023

Género: Drama

Guion: Emily Atef, Lars Hubrich

Duración: 118 min.

Todos y todas a una

Otros y otras asumieron un papel en los órganos coordinadores de la asociación, ahora toca, a otras y otros, involucrarnos en el proceso de la gestión de nuestra comunidad de sueños, deseos e intenciones.

   Es una responsabilidad personal el comprometernos con un proyecto, que es el propio, dónde se generan decisiones que afectan a nuestras vidas, y, porque es nuestra aportación más básica a la comunidad que queremos ser.

   Las Crisálidas es una asociación comunitaria y social que promueve un modelo alternativo y transformador de acceso a la vivienda, más justo, sin especulación, y sostenible. Sus tareas son de crear identidad, de acoger a personas que se acercan a ella, de reproducción del modelo, de distribución de recursos humanos, económicos y profesionales, y de fomento de la participación activa.

   La Asociación está en un proceso ya muy avanzado, es un marco dónde ya se han generado otros proyectos más concretos, ya hay una manera de hacer.

   No son necesarios conocimientos, ni habilidades comunicativas, ni tener ideas brillantes, que surgirán del común y la Junta y Asamblea propondrán. Todas y todos te necesitamos, para descansar y volver a cargar unos, y para conocerte, confiar en tu voluntad, las demás.

  El modelo recomienda la participación activa ya que es un proceso de desarrollo individual y grupal: Una manera de conocer a fondo los problemas que nuestro proceso ofrece, de aportar ideas particulares en un ambiente de igualdad, de dar confianza a los demás socios y socias, de valorar emocionalmente que nos empoderamos dentro de la organización, tanto por la información a la que llegamos como por la capacidad relacional que adquirimos. Generamos tejido comunitario en la colectividad.

   Que nuestro voluntarismo colaborador haga menos necesaria la entrada de trabajo externo, profesional, pero no involucrado en la esencia de “nuestro proyecto de grupo”.

   Confío en que vais a poner vuestra disponibilidad cuando se nos pida, sin necesidad de que esa colaboración tenga calificativos, en general no somos expertos en temas específicos, sólo es necesario el sentido común para que vaya creciendo algo que será de interés general.

   En este mes de septiembre toca renovar la Junta Coordinadora de la Asociación…

   ¡Que nuestra participación a formar parte sea la dinámica con la que vayamos todas!

   Ya se verá cómo distribuir papeles.

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Necesidades vitales en una comunidad de viviendas colaborativas

   De nuevo, la lectura de un libro que he buscado para asentar ideas (que en la sección de lectura os reseño*) me lleva a reflexionar sobre una forma de vida diferente a la que hoy vivimos y que, de mantenerse, lleva al colapso del medio que nos sostiene al crear desigualdad, soledad e insatisfacción personal.

   Busco estar mejor conmigo misma y con el resto del mundo, tengo unas necesidades vitales que os enumero y en las que expreso a qué motivaciones responden.

  • Que el funcionamiento individual y colectivo sea desde la ética. Ni el odio, ni las fobias, ni el afán de lucro, deben acompañar a este tipo de iniciativas
  • Que haya sentimientos de responsabilidad, tanto en lo local como en lo global. Es imprescindible la corresponsabilidad organizada para el sostenimiento social y físico.
  • Que se retrase la dependencia en servicios externos gracias a la dependencia mutua directa entre personas de la comunidad y de ésta con otras redes sociales. Es un sistema productivo y de consumo propio del modelo.
  • Que se facilite la compensación de necesidades particulares con tiempo, habilidades, cuidados de las demás. Compartir relaciones es la acción principal del Proyecto.
  • Que toda propuesta sea tenida en cuenta y valorada, desde luego desde la perspectiva del Bien Común. Es cuando habrá arraigo y sentido de pertenencia en la comunidad donde se comparte la vida.
  • Que haya una total disposición a querer y ser queridas. La soledad no deseada no tiene cabida en nuestro Proyecto.
  • Que se respete cada identidad, imagen, relación, idea y creatividad. En la diversidad está la riqueza del Grupo.
  • Que se viva con estímulos, con pasión y sin inercia en cualquier estado vital. La disposición activa y de utilidad fortalece o mantiene nuestras capacidades.
  • Que no demos valor al tiempo y vivamos con intensidad las relaciones que el momento nos presenta. La confianza y organización colectiva son la manera de proveer las necesidades de todas las personas.
  • Que llevemos una vida sencilla, limitando nuestro espacio individual y colectivo del consumo de productos y servicios. La Comunidad gestionará, para el común, objetos, trabajo, tiempo y servicios.
  • Que los procesos de nuestras acciones sean cercanos, de cadena corta, en armonía y equilibrio social y personal. Con la mínima huella habrá regeneración ambiental.

*Ver ficha del libro en el apartado «Vemos, leemos y compartimos»

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Estamos en un proyecto de innovación social

Somos un proyecto emprendedor que buscamos soluciones nuevas que den valor para cada persona, para la comunidad y para la sociedad. La actividad que hemos emprendido va a tener incidencia en normativa y políticas públicas que tendrán como fin solucionar problemas sociales y generar bienes comunes.

   En la sección “Sigo Hilo…” de los últimos boletines de Las Crisálidas se han recogido muchas propuestas de innovación social, tanto para la fase de pre-convivencia como para cuando el proyecto ya esté en marcha, que significan cambios de comportamiento, y/o aprovechamiento de oportunidades para “pequeños” cambios sociales, en procesos y servicios.

Otro sistema de tenencia de la vivienda y de otros bienes, una gobernanza democrática, la autogestión, los cuidados mutuos, los procesos de socialización del entorno, todos son elementos innovadores que si se introducen en nuestra vida cotidiana darán lugar, en la sociedad, a condiciones de vida más favorables.

   Somos una organización colectiva que nace con vocación de servicio público y quiere dar respuesta a necesidades sociales actuales.

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Vivir mejor con menos

   Un libro escrito hace mucho tiempo pero que no ha perdido autoridad en sus planteamientos sobre la sociedad de consumo, enriquecidos por citas y textos alusivos a los temas. Un ensayo de fácil lectura y comprensión que enumera cómo funciona nuestra sociedad, entonces y ahora.

   Propone la búsqueda de una vida sencilla y enumera movimientos como el de las viviendas colaborativas.

Vivir mejor con menos

Alicia Arrizabalaga y Daniel Wagman

Editorial Aguilar, 1997

Somos proyectos innovadores

  Los días 15 y 16 de abril asistimos, de la mano de REAS Vivienda Aragón, a una jornada y media de trabajo intensivo. En el laboratorio de Aragón, Gobierno Abierto, se tiene como objetivo el ser lugar dónde se relaciona la ciudadanía (en el caso que nos ocupa, representantes de los Proyectos de Viviendas Colaborativas y profesionales afines al modelo) con las instituciones, en una comunidad de innovación social, para orientar nuestro aprendizaje hacia el diseño de mejores políticas y servicios públicos que ensanchan, en definitiva, la democracia.

   Somos proyectos innovadores porque nos abrimos a la participación ciudadana, buscamos interrelacionar de forma integral todos los aspectos de la vida de las personas, en unas etapas u otras de la misma, porque aceleramos este movimiento para hacerlo lo más extensivo posible, porque imaginamos el cambio social que significa y su futuro, y, porque trabajamos en redes para crear colectivamente otra inteligencia social.

  Los retos a los que nos enfrentamos son: cómo disponer de un espacio para convivir conservando nuestro derecho a la intimidad, cómo ser una comunidad de cuidados y cómo replicar el modelo. Para resolverlos se está en la estrategia de hacer incidencia política que lleve a las ayudas y a la adaptación de normativa respecto al sistema cooperativo, a los servicios sociales y a la vivienda, normativa que facilite el desarrollo de los proyectos.

   En las jornadas se trabajaron los retos y las estrategias, repartidos los participantes en cuatro grupos. Allí estuvimos Las Crisálidas para colaborar y, ahora, contar a las demás.

   Es de agradecer la participación de empleados públicos del INAEM, del IASS y de la Dirección General de la Vivienda, con sus aportaciones y, en algún caso, con compromisos explícitos. Para definir el contexto fueron muy clarificadoras las píldoras de expertos en el modelo, gente de REAS Vivienda Estatal, de la Cooperativa Sostre Civic, de la Comunidad de Cuidados Jubilares, y profesionales en arquitectura. No participaron departamentos municipales, no hubo voluntad política para recomendar asistencia a los técnicos.

   Da gusto ver cómo los integrantes de las distintas cooperativas han hecho de anfitriones alojando y acompañando a los participantes de fuera de Zaragoza.

   Algún sinsabor: conocer de primera mano que un proyecto que ha trabajado mucho por modificar la normativa de su Comunidad de cara a nuestro modelo, está con muy pocas fuerzas y efectivos, mermados por conflictos no resueltos.

   Qué decir de nuestras compañeras que lo dieron todo en cada grupo de trabajo, porque nos creemos el proyecto.

   Unas jornadas enriquecedoras y un placer en lo personal. Jornadas que han superado nuestras expectativas y dónde el modelo ha sido bien entendido.

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Muerte en Santa Rita

 Una amiga me recomendó esta lectura: “me ha recordado mucho a vuestro proyecto”, dijo. Me faltó tiempo para buscarlo. Todas estamos ansiosas en encontrar claves que nos ayuden en nuestra experiencia. Lo leí: es entretenido, de fácil lectura. Se trata de una novela de suspense.

   Y, ¿qué tiene que nos interese? Que la historia la protagonizan una comunidad de convivencia. Santa Rita es un patrimonio histórico que se retira a tiempo de la especulación inmobiliaria, un refugio, un sitio cuidado y mimado, un paraje natural idílico, dónde se vive en armonía y sin prisas. Es una forma de vida.

   Sus habitantes, con sus historias, preocupaciones y vicisitudes, muy distintos entre sí, se apoyan los unos en los otros contribuyendo con lo que se tiene y con su trabajo para el bienestar de la colectividad.

   Los tintes negros y misteriosos son los que dan interés a la novela, aunque nosotras veamos el concepto de la convivencia, el compromiso con la comunidad, y, personalmente, el espacio natural como recurso, el jardín dónde se articula la vida social de Santa Rita, relax, ocio, paseo, etc.

La OMS recomienda que las personas tengamos un espacio verde de al menos 0,5 Ha. a 300 m. de la vivienda. El contacto y visión de la naturaleza fomenta el bienestar, la imaginación y el juego creativo.

Muerte en Santa Rita

de Elia Barceló. 2022

Roca editorial

Dar, recibir y compartir el tiempo para añadir valor en la comunidad: los Bancos del Tiempo

  En una comunidad intencional, sin duda alguna, habrá servicios entre socias de carácter altruista que no tendrán un registro. Que serán recibidos con la normalidad que corresponde cuando en una organización social la persona está en el centro. 

En la vida cotidiana tenemos necesidades individuales y comunitarias que no todos sabemos atender y que pagamos para cubrirlas. Esto, que en nuestra sociedad es habitual, podemos modificarlo en función de hacer nuestra vida más sostenible.

   Como la mayoría de grupos sociales, el nuestro es diverso, capacitado y con disponibilidad hacia los demás. La reciente encuesta que hemos cumplimentado sobre nuestro talento, aptitudes, capacidades, conocimientos, experiencias y habilidades, destaca una serie de posibles servicios que darían respuesta a muchas de nuestras necesidades y a las de la comunidad. Faltaría pues organizar un mecanismo para acceder a las habilidades de los demás, un Banco del Tiempo.

   Un Banco del Tiempo es una red de ayuda mutua entre ciudadanos/as que dedican una parte de su tiempo a intercambiar actividades y/o servicios con otras personas de manera organizada, gratuita y en igualdad, al no valorarse la pericia o dificultad. En algunos países se ha pensado como un programa sanitario destinado a la vejez. Esta figura puede articularse perfectamente con las viviendas colaborativas.

   Este sistema se caracteriza por la confianza y disponibilidad del tiempo de cada uno a la comunidad. Por sacar nuestro potencial individual. Por reforzar los vínculos y relaciones humanas, rompiendo el aislamiento social. Por facilitar la vida diaria. Por dar valor y utilidad al tiempo que se comparte favoreciendo la autoestima. Por empoderarnos como red social. En definitiva, genera capital social, crea valor para la comunidad.

    Se parte de unos conceptos sencillos. Que la unidad de valor es la hora de trabajo. Que somos usuarios, consumidores y productores. Que es un sistema que no lucra a nadie pues no contempla renta ni acumulación. Que significa un gasto sostenible. Que no hay transacciones bilaterales sino de las socias con la colectividad. Todo ello nos incorpora a una Economía Social para el Bien Común.

    Se organiza a partir de un grupo gestor voluntario que fomenta la diversidad de acciones y propone estrategias de dinamización, desde una plataforma web, con un catálogo de servicios y unos registros y saldos.

   Un Banco del Tiempo para la comunidad de Las Crisálidas puede ser un espacio de acercamiento y de satisfacción de necesidades

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