El amor en su lugar

El pasado día 30 de noviembre asistimos al preestreno de la película “El amor en su lugar” con presentación y posterior coloquio con su director, Rodrigo Cortés, en los cines Palafox. Proyectada en versión original (inglés) con subtítulos en castellano a petición del director para poder apreciar el buen trabajo de los actores.

La película se basa en una obra de teatro que se representaba en el teatro Fémina durante la ocupación nazi en el gueto de Varsovia, que toca una vertiente humana y dramática que no se ha reflejado en obras de ficción tantas veces como otros aspectos de esa tragedia humanitaria.

   Durante unas pocas semanas del invierno de 1942 unos cuantos actores judíos, bajo el eterno lema de “el espectáculo debe continuar”, su amor al teatro y porque tampoco tenían mucho más que hacer, representaron la obra escrita por Jerzy Jurandot, una comedia musical, de la que se encontró el guión, no así el libreto de las canciones que se interpretaban en la misma. Se narra el drama de un triángulo amoroso entre dos actores y una actriz, cuya resolución compaginan durante la representación de la obra ante el público, compuesto por otros judíos del gueto, que mientras disfrutaban de la obra se olvidaban de lo que ocurría fuera del teatro: hambre, penurias y muerte, queriendo vivir “media hora más”.

   Comienza con un plano secuencia en exteriores muy conseguido y el resto ocurre prácticamente todo en el interior del teatro Fémina, tanto en el escenario como en los camerinos y bambalinas haciendo que la película coincida en duración con la obra representada a un ritmo que no deja respiro. Una fotografía, en mi opinión, muy buena, de Rafael García y una música estupenda de Víctor Reyes, así como un buen diseño de producción, que ha merecido una nominación a los premios Goya, artística y técnicamente es irreprochable, muy acorde con la trayectoria de Rodrigo Cortés.

Al finalizar la película, y después de un buena salva de aplausos, subió al escenario el director, que respondió primero a las preguntas del moderador, citando a Billy Wilder, Peter Bogdanovich o Alfred Hitchcok como sus grandes inspiradores. La película se rodó antes de la pandemia durante seis semanas, cuatro de ellas en un teatro y el resto en estudio, en un duplicado del teatro. También comentó que los actores no eran famosos, aunque sí muy profesionales, pues debían saber cantar y bailar, así como cambiar muy rápidamente de registro entre la obra de teatro y la propia actuación.

   A preguntas del público explicó cómo fue el trabajo con Rafael García, que, a pesar de ser su primera película, consiguió una fotografía luminosa y con la textura idónea para el film; que al ser unas tomas tan largas tuvieron problemas con la iluminación, teniendo que evitar continuamente la proyección de sombras de los sonidistas o de cualquier otra persona que realizaban su trabajo en ese espacio. Nos contó que lo que más le interesaba de la película era contar la historia, en minúsculas, más que la Historia, en mayúsculas, las historias de los personajes, inmersos en la tragedia de la ocupación nazi. Destacó el buen trabajo de Víctor Reyes con la música, al que ayudó en alguna pequeña composición musical y el de Alberto Valcárcel, encargado del vestuario, que, según contó, confeccionó las prendas de vestir y luego las retocó, rompiendo y zurciendo para que estuvieran de acuerdo con las que pudieron ver en su labor de documentación.

   Se le veía contento y alegre y haciendo gala de su buen humor, nos hizo reír en más de una ocasión con sus ocurrencias y confesiones.

   Una película bonita, emotiva, tierna y divertida a veces, de factura clásica pero con las técnicas más avanzadas, con grandes profesionales que hacen fluir el relato a través de un ritmo, a veces frenético, llevando al espectador a sentir, reír y sufrir con los personajes en la lucha del amor y el arte frente al terror de la guerra y la muerte. A mi parecer muy recomendable en cualquier momento.

Dirección: Rodrigo Cortés
Guión: Rodrigo Cortés, David Safier.
Obra original: Jerzy Jurandot
Música: Víctor Reyes
Fotografía: Rafael García
Actores principales: Clara Rugaard, Ferdia Walsh-Peelo, Magnus Krepper, Freya Parks, Jack Roth, Henry Goodman, Dalit Streett Tejeda, Anastasia Hille, Valentina Bellè, Mark Davison
Productora: Nostromo Pictures

La Cooperativa, el próximo escalón

Lo primero en lo que pienso cuando oigo la palabra “cooperativa” es en mi abuelo materno, que me llevaba con él a la cooperativa a buscar vino blanco, de sus propias uvas, que había llevado, en su tiempo, al lagar común. Yo era un niño pequeño y vivía aquello con la normalidad que los niños dan a todo lo que se realiza con asiduidad y acudía allí igual que iba al teleclub, al lavadero o a cualquier otro sitio común del pueblo.  

Más tarde, aún de joven, me dí cuenta de que lo que sucedía con el vino, no pasaba con otros cultivos de mi abuelo y llegué a la conclusión de que las cooperativas tendrían que haber sido un instrumento para el ahorro de costes y la mejora en los procesos agrícolas, con el uso común de maquinaria, lugares de almacenamiento, etc. pero que no era así del todo. No entendía, todavía, que para eso se necesitaba un mínimo de carácter democrático en esas instituciones, algo que en aquella época (la dictadura franquista), no sucedía.

   Ahora nosotros, futuros socios de la cooperativa, en principio, de consumo, que estamos formando en “Las Crisálidas”, lo hacemos en un ambiente democrático, libre y seguro donde podemos opinar, expresar nuestros miedos, nuestras ilusiones. Todo ello necesario para crearla con un consenso generalizado dentro de nuestra asociación. Nuestro objetivo, en estos momentos, es crear el marco normativo en el que funcionará la cooperativa, sus estatutos y las normas internas con las que nos regiremos en los próximo años de nuestras vidas.      

La formación y la asociación en cooperativas está fomentada en la Constitución Española en su artículo 129.2 y regulada en Aragón por la ley de Cooperativas de Aragón de 2014 y en ella se dice que:      

1. Las cooperativas son sociedades que asocian a personas para realizar actividades económicas y sociales de interés común y de naturaleza empresarial, según las condiciones establecidas en la presente ley.      

2. Las cooperativas deberán ajustar su estructura y funcionamiento a los principios cooperativos y, en especial, los fijados por la Alianza Cooperativa Internacional, que serán aplicados en el marco de la presente ley. Dentro de ésta, actuarán con plena autonomía e independencia respecto de cualesquiera organizaciones y entidades públicas o privadas. Las cooperativas pueden realizar cualquier actividad económica y social.      

3. Y en ello estamos, con ayuda de “La Replazeta”, haciendo nuestros los estatutos, a nuestra conveniencia y a nuestra imagen y semejanza, concretando y acordando sobre el objeto social, las personas socias, el régimen económico, el régimen de cesión de uso y los órganos sociales.      

Esperemos que sea lo suficientemente rápido para que las ilusiones no declinen con el tiempo y pasemos al siguiente escalón en el avance hasta nuestra nueva vida en común: nuestra casa.

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El olvido que seremos

  El pasado día 25 de mayo fuimos a los cines Palafox a ver esta película estimulados por los comentarios en radio y prensa sobre ella. Además tenía el aliciente de que, al finalizar la proyección, habría un coloquio con su director.

Personalmente me pareció una gran obra, todavía no he leído el libro, que compramos al día siguiente, pero no creo que desmerezca ninguno de los dos al otro.

    El libro y, por supuesto, la cinta, tratan sobre Héctor Abad Gómez, padre del autor de la historia, un médico y humanista colombiano que fue asesinado por su firme defensa de las libertades en la Colombia de finales del siglo pasado en Medellín, donde había ejercido de profesor y médico durante muchos años.

    Es un canto a la libertad, a la familia y a los derechos humanos en un tiempo de violencia, tanto terrorista como institucional en ese país en aquellos años, de la que todavía no han podido librarse hoy en día.

    En mi opinión es una película tierna, divertida, optimista, familiar y ensalza la figura del padre, un buen hombre, humanista, adelantado a su tiempo, generoso y muy combatiente con las jerarquías colombianas de su época.    

 Mención aparte merece la actuación de su actor principal, Javier Cámara, encarnando al profesor, padre y médico, dándole toda la carga emocional que el personaje se merece y haciéndole cercano, admirable y conmovedor. 

   Totalmente recomendable a quienes les guste el cine emocional y los buenos trabajos de los actores.

   La guinda al visionado la puso el coloquio con el director, ameno y distendido con un interlocutor de los cines Palafox que le hizo las preguntas oportunas para que Fernando Trueba contara unos cuantos episodios del rodaje y la “fabricación” de su obra.

   Película dirigida por Fernando Trueba, basada en el libro del mismo nombre escrito por Héctor Abad Faciolince, guión adaptado de David Trueba.

   Libro editado por Alfaguara que, por ahora, va por su 17ª edición.

Isidro Alba


Traiciones de la memoria

    Cuando el 25 de agosto de 1987 el médico colombiano Héctor Abad Gómez murió asesinado por paramilitares en el centro de Medellín, su hijo, el escritor Héctor Abad Faciolince, encontró en uno de sus bolsillos un soneto copiado a mano por el doctor y firmado J.L.B. El poema se convirtió en epitafio de la tumba del padre, y el escritor lo atribuyó a Borges.

    Veinte años más tarde, Héctor Abad Faciolince escribe un libro sobre su padre titulado El olvido que seremos, en el que incluye el soneto. Y por el éxito surge la polémica sobre la autoría del soneto, e incluso sobre la invención del hallazgo en el bolsillo de su padre. Héctor Abad F. decide rastrear el origen de los versos -no incluidos ni en la Obra poética ni en las Obras completas de Borges- y comienza una investigación que lo lleva desde Francia hasta Argentina y que termina por confirmar la autoría de Borges, y descubrir cinco poemas inéditos del autor argentino. Hector Abad Faciolince recoge en Traiciones de la Memoria ese largo proceso de búsqueda.

Ya somos el olvido que seremos
 
Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán y que es ahora
todos los hombres, y que no veremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los triunfos de la muerte, y las endechas.

No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre.
Pienso con esperanza en aquel hombre 
 
que no sabrá que fui sobre la tierra.
Bajo el indiferente azul del cielo,
esta meditación es un consuelo.  

J.L.B

Llegó la hora

  Después de habernos formado en las materias que parecían imprescindibles para tener un conocimiento formal de lo que afecta a un proyecto como el nuestro: socios, solares, construcción, economía… y de haber intentado conocernos a través de las actividades que se han podido realizar debido a las causas que todos sabemos y a las que, por razones de cada uno, no todos los socios de Las Crisálidas han asistido, llega el momento de dar el paso final.

   Estamos a las puertas de crear una cooperativa para generarnos un hogar, un lugar compartido donde vivir y seguir activos todos los años posibles, no dependiendo de nadie sino de nosotros mismos, gestionándonos nuestra vida, nuestros anhelos y nuestras ilusiones, acompañados de otras personas que quieren más o menos lo mismo que nosotros. Vamos a comenzar un nuevo reto, uno de los primeros en nuestra comunidad autónoma, si no el primero, y no estamos solos, nos tenemos los unos a los otros, vamos a hacer nuestros estatutos donde plasmaremos cómo queremos que sea nuestro próximo tramo de vida, eso que llaman la tercera edad.

   Será a partir de ahora cuando el esfuerzo que haremos será, además de todos los que ya hemos realizado, económico, habrá que aportar dinero para el capital social de la cooperativa, para la compra del suelo donde irá nuestro futuro hogar, para los gastos que todo ello conlleva… Y, junto con la localización del solar, será el punto final para algunos de nosotros. Esto no debería desanimar al resto (los que continúen), el que algunos se vayan es algo que no se puede evitar. Además, con la concreción del proyecto el interés por unirse a él aumentará e incluso, ojalá, haya que hacer una nueva cooperativa para dar cabida a todas esas personas

    Ahora, más que nunca, va a ser necesaria la colaboración de todos, aportando ideas, aplicando filosofías de vida, provocando debates, aclarando conceptos, etc. etc. Y habrá que hacer asambleas, en cuanto se pueda, hay que votar para aprobar muchas cosas, previa discusión y deliberación, por supuesto.

    Llegó la hora de pasar a la acción. Vamos a hacer realidad el proyecto “Las Crisálidas”.

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