Esta formación no es solo para quienes ya están muy implicadas, sino para todas las personas que formamos parte de «Las Crisálidas», para aportar, escuchar y construir juntas.
De la mano de Ainhoa, de Atelier de Ideas, recorrimos las peripecias que conforman la vida de los grupos, centrándonos en el nuestro, que es el que nos importa.
Nos presentó algunas técnicas generales y otras más concretas como el reparto de roles y los sombreros de colores. La primera técnica puede ser un método para experimentar ser todos responsables, por turno o por sorteo, para implicarnos y poner nuestras habilidades al servicio de las necesidades del grupo, favoreciendo a la vez la rotación y el aprendizaje que implica cada uno de los roles. Todos formamos parte y todos nos vamos responsabilizando y ejecutando pequeñas tareas.

Con la herramienta de 6 sombreros para pensar nos presentó la posibilidad de crear momentos diferentes para debatir desde distintos ángulos la vida crisálida. Según mi opinión, en algunas reuniones se nos da la situación de que vamos mezclando las distintas vivencias que conforman nuestra problemática y eso nos dificulta llegar a conclusiones o acuerdos. Por ejemplo, cuando unas están mirando y hablando de los datos objetivos otras estamos centrándonos en las dificultades y otras están buscando soluciones novedosas que puedan dar solución a alguna parte del conjunto.
Esta segunda técnica creo que puede ayudar a clarificarnos sobre la complejidad de nuestro proyecto y personalmente os propongo que al menos a nivel individual, miremos las diapositivas de cada uno de los sombreros y probemos a analizar un aspecto cada vez,
Después, fruto de unos minutos de debate en tres pequeños grupos, diagnosticamos dónde poner el foco en Las Crisálidas y aportamos lo siguiente (última diapositiva):

- Reconocer y valorar a las personas que ponen su esfuerzo en los objetivos.
- Reconocer a todos los que formamos parte y tratar de motivar la participación.
- Manifestamos el momento de crisis que hemos pasado y que creemos que hemos salido un poco más cohesionados y disponibles.
- Hay liderazgos excesivos que concentran mucha función por falta de participación de base, compromiso activo y sentimiento de pertenencia.
- Hay diferencia entre lo que decimos y lo que hacemos
Y al finalizar, de camino a tomar un piscolabis, salió el tema de la participación en este taller (y por extensión a otras actividades): ¿Con qué objetivo y expectativas se programa, por parte de la organización y por parte de las socias.? ¿Qué asistencia se desea aportar? ¿Qué coste económico y de esfuerzo supone su programación?
Desde mi punto de vista la asistencia fue suficiente, aunque mejorable, y el tema importante, porque quizá nos ayude a una mejor organización y mayor implicación en Las Crisálidas.

Gracias por estos momentos de encuentro en los que disfrutamos.
Volvemos a vernos en la siguiente actividad, el martes 18 de marzo, donde el foco se pondrá́ en la comunicación como elemento clave para un mejor funcionamiento de los grupos.