
Una docena de aguerridas crisálidas salimos a dar una vuelta por el Soto de Ranillas, una preciosidad de zona que tenemos muy cerca. Fuimos «esponjados» en pequeños grupos, salvo para la foto, y llevamos siempre la mascarilla puesta.
Y así, hablando con unas y otras, riendo, contemplando el paisaje, haciendo fotos… nos vamos conociendo y queriendo. Fue una excursión preciosa, idea de nuestra Comisión de Ocio y Actividades. Al final, no pudimos evitar la tentación muy española y mucho española de tomar un cafecito o una caña. Ocupamos dos mesas en una terraza y allí seguimos la charleta, hasta que el frío nos recordó que todo lo bueno se acaba y que cada mochuelo a su olivo.
Pero fue una tarde muy muy agradable, de la que dejamos constancia con un buen puñado de fotos.
¡Apuntáos a la próxima!